Durante 30 días se aplicarán las nuevas medidas que dispuso el gobierno en un intento de controlar el avance del Coronavirus y estableció multas que van desde $ 36.000 hasta $ 1.200.000 para responder a las desobediencias. El Ministro de Salud Pública dijo que en la ordenanza está detallada claramente la medida tras lo cual se tomará la decisión.
Tras la reunión de las autoridades, se dispuso que en Rivera no se controle la asistencia en los centros educativos. Se insistirá en el teletrabajo, se postergarán las operaciones que no sean de urgencia y se aplicarán estrictas medidas a los comerciantes. De cualquier manera un 10 % de los casos escapan al control y se teme que el virus ya esté circulando entre la población. Ayer sobrevoló la reunión del CECOED la posibilidad de que las autoridades aislaran al departamento del resto del país, tal como ocurrió con Artigas en ocasión de la aftosa. Las medidas en este sentido ya han sido conversadas pero se prefirió postergar su aplicación, aunque hay advertencias de infectólogos que sostienen que a esta altura se está pisando el escalón de una situación que no tiene marcha atrás porque Rivera está desbordado "y no se puede permitir - según dijo el infectólogo Eduardo Savio-, el desplazamiento de personas que participan intencionalmente de actividades que no son de primera necesidad". El gobierno está analizando una serie de medidas que dará a conocer en la presente jornada.
En Durazno se dispuso la suspensión de todas las actividades deportivas y sociales. Además agregó que no es cierto que quien tuvo Covid-19 queda inmunizado porque una persona que se ha enfermado puede infectarse a los 4 ó 5 meses con otra cepa.
El problema de las fiestas
Las autoridades sanitarias están preocupadas por la aglomeración de personas que a través de fiestas siguen, tanto en Montevideo como el interior, propagando la enfermedad.
Durante varios fines de semana se han estado constantando fiestas multitudinarias en diferentes puntos de Montevideo, mientras que la Intendencia de Maldonado cerró dos fiestas clandestinas, una con más de 40 personas, y también hubo intervenciones del Ministerio del Interior en Colonia, Rocha y Florida. El colmo se dio en Rivera, donde las autoridades tuvieron que intervenir en una multitudinaria fiesta organizada por los propios funcionarios de la salud en una chacra peteneciente al gremio de un prestador privado, y también en un culto religioso con 60 participantes, en un lugar que tenía capacidad para 25